miércoles, 20 de marzo de 2013

Día del padre

A todos les encanta “elaborar” objetos con sus propias manos. Las manualidades, el reciclaje, la decoración… y en general todo lo que de rienda suelta a su creatividad, y a manejar e “investigar” con diferentes materiales les atrae enormemente, así que ya teníamos “excusa” para ponernos “manos a la obra”: el regalo del “Día del Padre”.

El verdadero origen de este día surge el 19 de Junio de 1909 en Estados Unidos, para homenajear la figura de un viudo que tuvo que hacerse cargo de sus seis hijos cuando su mujer falleció en el parto del último. Los niños, una vez adultos, se dieron cuenta de que su padre sido un ejemplo a seguir, y propusieron la fecha de su nacimiento para celebrar dicho día. La fecha cambia en los países de origen católico, como el nuestro, que se relaciona con la festividad de San José.

¿Qué regalo darle a papá?. Algo útil, original, que le gustase…y entre todos, hojeando diferentes ideas en Pinterest, decidimos hacer unos llaveros con diferentes formas. Al principio, utilizamos masilla y unos moldes que había en clase, pero…¡no hicimos antes de que se secase el agujero para enganchar la anilla!. Y una vez secos… se rompían al hacerse. Así que, aplicando eso del aprendizaje por “ensayo y error”, decidimos probar con otros materiales: goma eva. Buscamos en Internet diferentes dibujos de animales que nos servirían de plantilla, completando después el dibujo como cada uno quisiera: con rotuladores, cartón, cartulina… Esta vez el agujero se hacía perfectamente, y con la argolla puesta…¡quedaban geniales!. Además, eran tan fáciles de hacer… que algunos llegaron a llevarse 3 ó 4…¿verdad Rebe?.

 

El segundo paso era empaquetar los regalos adecuadamente. Sacamos una plantilla de una caja (www.actiludis.com) y cada uno de nosotros eligió una cartulina para elaborarla. Al tratarse de una tarea que precisa cierta habilidad y consolidación de la motricidad fina que los alumnos de Infantil no tienen, estos hicieron una postal con forma de corbata que tenía digamos tres partes: en la “primera corbata” felicitábamos a papá y pegábamos una foto nuestra. En la “segunda poesía”, pusimos una poesía que habíamos leído previamente, y en la “tercera corbata”, cada uno de ellos hizo el dibujo que quiso. Dylan puso un enorme esfuerzo y empeño, y lo consiguió: se dibujó a sí mismo y a su papá sin olvidar poner debajo los nombres y apellidos de ambos. ¡Quedó preciosa!.



En el taller con Rebeca también prepararon dos regalos:  una foto decorada por cada uno, pegada en un lienzo (había verdaderas obras de arte!) y un bote con pinzas decoradas. Trabajaron muy duro durante varios lunes, pero el esfuerzo mereció la pena!


Lo cierto es que es un grupo que se implica enormemente en tareas de este tipo. Todo lo relacionado con la educación artística, repito, les motiva y atrae, desarrollando todo tipo de tareas de esta índole con gran imaginación y creatividad.


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